en un dia rutinario Hugo Williams sale de paseo hacia un lugar lleno de mutismo el cementerio donde se llena de una emocion inconmensurable pues es una de sus actividades favoritas.
se pone a jugar entre las tumbas (eso si sin hacer mucho ruido y con mucho respeto)
despues limpia un opice de polvo en las tumbas y se dispone a platicar con sus heroes ninja se toma un rato para meditar y sin querer se queda dormido.
al despertar se da cuenta de su siesta improvisada a durado mas de lo esperado y emprende la partida luego de desedirse de sus amigos